Muchas veces no apreciamos las cosas que tenemos o
podemos hacer. Nos invaden con anuncios, luces y demás tacticas de
Marketing y queremos tener lo ultimo en tecnologia o tener ciertos
productos comestibles a un precio barato y sin tener en cuenta lo que le
ha costado a ciertas personas conseguir eso. Este es el caso de los
percebes. De todos es conocido el precio de dichos bichillos pero cuando
el verano del 2011 estuve por la costa la muerte me di cuenta del
riesgo que corren los percebeiros para poder cojer cada dia unos
cuantos. Esta puesta de sol del faro de corme junto a las cruces de
piedra en memoria de los percebeiros muertos en esta costa no tiene
precio: Belleza, Tranquilidad, Reflexión
No hay comentarios:
Publicar un comentario